sábado, 9 de febrero de 2013

Observadores internacionales en el Juicio a los presos de Gdeim Izik





Antonio Massip: Asisto en Rabat a la vista oral contra los activistas saharauis
Fue emocionante el encuentro con las familias de los procesados y, más aún, la entrada en la Sala de los procesados con el signo de la victoria en la mano y gritos en hasania y español sobre la independencia, la libertad del Sahara y la reclamación que la MINURSO de la ONU controle la conculcación de derechos humanos en el territorio.
En el juicio los abogados tuvieron posibilidades de decir lo que quisieron. Son saharauis y marroquíes de Asociaciones de Derechos Humanos, de alta cualificación profesional.
Plantearon la incompetencia de la jurisdicción militar, la prohibición de la nueva Constitución marroquí a los Tribunales especiales, la tortura, las declaraciones arrancadas con violencia, incluida la violación de uno de los acusados con un botella y el maltrato a varios y lo más increíble, el que no de ellos estaba ya detenido antes de ocurridos los hechos. Uno de los que se autoinculpa lo hace con la huella dactilar y consta que sabe leer y escribir.
Sin duda la reacción de las autoridades marroquíes resulta contradictoria. Por un lado quieren mantener una imagen de moderación pero, por otra, se comportan como lo que son, unos ocupantes ilegales, que como los colonialistas cometen desmanes contra la población autóctona.
En la calle, durante horas, las familias saharauis se hacen presentes y manifiestan su admirable lucha y tenacidad.